James Douglas Morrison nació en Melbourne, Florida,
el 8 de diciembre de 1943. Hijo de un oficial de marina de alto rango (su padre se
encontraba en operaciones en Tokio cuando estalló Vietnam), su vida dio un brusco giro
cuando abandona la escuela fílmica de la U.C.L.A. (Universidad de Los Angeles) y se
decide a formar una banda de rock. La idea había surgido entre él y Ray Manzarek, a
quien había conocido en la universidad. Decidieron que el grupo se llamaría The Doors.
Ya en sus primeras apariciones con la banda, Morrison se había
convertido en una figura muy popular entre los jóvenes de esa era, que se pasaban la
recomendación: "Hay que ver a la banda que toca en el Whiskey A Go-Go: tiene un
cantante que está totalmente loco". Poeta de vocación, escribió muchísimos
poemas sobre temas diversos: muerte, época, su visión de la vida, etc. Su poesía estaba
influenciada por los escritores "malditos": Friedrich Nietzche, Rimbaud, Jack
Kerouac, Allen Ginsberg, etc., los que frecuentaba muy seguido. Su espíritu se regocijaba
con los temas misteriosos y esotéricos, tanto, que llegó a convertirse en shamán.
En sus shows alimentaba un escándalo permanente, borracho y exhibicionista, lo que le
costó varios arrestos, y, a la banda, varias clausuras de shows. Fue detenido por
agresión a policías y en una ocasión, por intentar masturbarse en público. En 1971, a
la vez que publicaban "L.A. Woman", Morrison se retiró a París con su esposa
Pamela Courson, y fue hallado muerto el 3 de julio, al parecer, de un ataque cardíaco
provocado por una sobredosis de drogas. Nunca se realizó una autopsia oficial, y es
creencia general el que sigue vivo. Fue sepultado en el Cementerio Père-Lachaise, de la
capital francesa. Su tumba es aún frecuentada como un lugar santo y día a día recibe el
homenaje y recuerdo de sus incondicionales fanáticos, cuya tradición más conocida sea,
tal vez, la de tomar parte de un trago y echar el resto en la tierra para él.